Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado - Maya Angelou





Título original: I know why the caged bird sings
Edición: Libros del Asteroide, 2016 (1ª edición)
Traducción: Carlos Manzano
Páginas: 348
ISBN: 978-84-16213-66-5
Precio: 21,95 €
Calificación: 9/10

Lo que más me ha gustado: cómo la voz narrativa se va adaptando a la edad de la protagonista. Ésto, sumado a la mezcla de humor, ironía, rabia y desgarro dota a la autora de una voz propia muy potente que hace de esta novela un testimonio único e inolvidable.

Lo que menos me ha gustado: por poner un pero, porque siempre me obligo a poner uno, diría que es la idealización que la autora hace de algunos de sus familiares, especialmente de su abuela Yaya (que usa los azotes como castigo) y de su madre (quien la abandonó con tres años). Seguramente esto sea debido a una decisión propia de Maya por haberse reconciliado con su pasado o por no hurgar más en las heridas, pero, al fin y al cabo, ¿quién soy yo para juzgar el afecto de la autora hacia sus "personajes"?
"La mujer negra se ve (...) atrapada en el triple fuego cruzado del prejuicio masculino, el ilógico odio blanco y la falta de poder de los negros". (Pág. 329)

Maya con ocho años
Una niña de tres años y un niño de cuatro viajan en tren desde California con destino a un pequeño pueblo de Arkansas. Sus padres se han divorciado y han decidido enviarles a casa de la abuela paterna para que se haga cargo de ellos. Así, de bofetón, con dos niños abandonados en un tren, comienza esta novela que se lee del tirón y que la autora, Maya Angelou, escribió con cuarenta y un años. De ella Tony Morrison, Premio Nobel de Literatura en 1993, dijo que "abrió el camino de la escritura a las mujeres afroamericanas de Estados Unidos". Esta novela no es ficción sino que es el primer volumen de los siete que componen su autobiografía y que abarca desde los tres hasta los diecisiete años. Aunque los otros seis volúmenes también fueron bien recibidos por la crítica, dicen que éste dejó el listón tan alto que los otros no pudieron superarlo. Ya el propio título nos sumerge en un mundo de personas atrapadas, en este caso por su raza, su desigualdad política, económica y social, que siguen manteniendo la esperanza de que algún día su situación mejore, como una plegaria que a base de repetirse y de ser creída puede hacerse realidad.

"Stamps (de Arkansas) podría haber sido un pueblo de Georgia, Alabama o Misisipí y haberse llamado «Lárgate antes de la puesta del sol, negro» o cualquier otro nombre igualmente descriptivo". (Pág. 65)

Maya va narrando poco a poco su historia y, si bien el tono del principio puede parecer infantil, contiene ya observaciones trascendentales sobre la conciencia de ser negro y lo que ello supone en los Estados Unidos de los años 30. Su abuela Yaya, la mujer que se encarga de su educación de forma amorosa pero estricta, posee la única tienda de Stamps para negros, apartada de lo que Maya denomina con gran ironía "Blanquilandia". En la narración Maya va hilando con gran maestría historias de su vida cotidiana entretejidas con ejemplos sobre lo que significaba ser negro en aquella época (atención al incidente del dentista que se niega a atender a la propia Maya). La indefensión y desigualdad de la comunidad negra frente a los blancos y las fuerzas desequilibradas en favor de éstos últimos eran tales, que la propia Maya confiesa que su sueño infantil era ser blanca. Mientras va relatando cómo era su vida en Stamps y, por extensión, como era la vida de la comunidad negra, sobrevuelan como el polvo que flota en el aire la Depresión del 29 por un lado y la constante sensación de abandono y soledad por parte de sus padres por el otro. 
"¿Por qué nos habían enviado lejos de ellos? ¿Y qué delito habíamos cometido? ¿Qué delito?" (Pág. 70)
"Nunca la mencionábamos ( a su madre) delante de nadie porque no teníamos sufieciente de ella para compartirla". (Pág. 147)

El humor se va mezclando con la tragedia a lo largo de la novela alcanzando su máxima expresión en dos episodios en los que Maya no renuncia a ser explícita y dura porque así fue su vida, por mucho que intente adornarla de aforismos, risas infantiles y suculentos platos preparados por su abuela.

El primer episodio, que me conmocionó hasta el punto de tener que soltar el libro y no poder retomarlo hasta el día siguiente, fue el de la violación que sufre Maya de manos del que entonces era su padrastro a los ocho años. La forma en la que se narra este incidente es tan explícita que cuando se introdujo la lectura de "El pájaro enjaulado" en el temario de varios institutos muchos padres de alumnos pusieron el grito en el cielo.

Joe Louis, "el bombardero negro"
El segundo episodio, en el que Maya toma claramente conciencia de lo que significa ser negro en una sociedad aún dominada por la segregación racial es el de la graduación en la escuela. Allí entiende ya perfectamente porque Joe Louis, "el bombardero negro" cuyos combates todos los vecinos de Stamp acudían a escuchar en la radio que la Yaya tenía en la Tienda (así con mayúsculas, pues siempre se hablaba de ella en Stamps como si fuese un nombre propio), simbolizaba mucho más que un simple boxeador. La caída de Louis durante un combate: 
"Era la caída de nuestro pueblo. Era otro linchamiento, otro negro más colgado de un árbol, otra víctima de una emboscada y violada, un niño negro azotado y mutilado". (Pág. 167)

De la misma manera toma conciencia de que a pesar de los esfuerzos de su generación por aprobar los estudios y abrirse camino y del discurso rimbombante que da un político en ese acto, todo es palabrería, buenas intenciones, maquillaje que con el tiempo desaparece, un espejismo. La vida real, la que les espera después de acabar el colegio, va a ser dura y tendrán un largo camino por recorrer, el mismo que recorrieron muchas veces sin éxito, generaciones anteriores.
"Éramos criadas, granjeros, mozos y lavanderas y cualquier aspiración a algo superior era ridícula y presuntuosa". (Pág. 220)
En ese acto comienza a asomar el carácter fuerte y rebelde de Maya quien luchará toda la vida por conseguir sus objetivos y derribar prejuicios hasta el punto de que, unos años después, se convertirá en la primera mujer negra contratada por la compañía de tranvías de San Francisco. Pero entremedias aún habrán muchas idas y venidas con su padre (el incidente en México y sus consecuencias son terribles y obligarán a Maya a madurar en algunos aspectos antes de tiempo), con su madre (una mujer que algunas personas calificarían de "mala madre" pero con una fuerza y una fe ciega en sus hijos, a los que alienta con aforismos como «"no puedo" y "no me importa" son de la misma familia y carecen de hogar»), con el reconocimiento de su propia sexualidad, y todo ello con la Segunda Guerra Mundial como telón de fondo.   

Se podría calificar esta historia como una "historia de superación" y así es. Maya cuenta cómo tras la violación atravesó por una fase de mutismo e introspección en la que no sólo no entendía nada de lo que había pasado sino que, lo que era peor, se sentía culpable y responsable de lo sucedido. El regreso a Stamps, que en un principio vio como un castigo, se convirtió en su salvación gracias por un lado, a la Yaya y, por otro, a la pasión por los libros; pasión que compartía con su hermano Bradley y que alentó la señora Bertha Flowers, la "aristócrata del Stamps negro", quien abrió el mundo de Maya a Shakespeare (su "primer amor blanco"), Poe, Brönte, Twain, Dickens, Dunbar...

Paul Laurence Dunbar
Hablando de Dunbar, precisamente de un verso suyo toma Maya Angelou el título de esta novela, a sugerencia de Abbey Lincoln, vocalista de jazz y activista de los derechos civiles. La tercera estrofa de su poema "Sympathy" dice:
I know why the caged bird sings, ah me,
When his wing is bruised and his bosom sore,
When he beats his bars and would be free;
It is not a carol of joy or glee,
But a prayer that he sends from his heart's deep core,
But a plea, that upward to Heaven he flings –
I know why the caged bird sings.

"Con frecuencia se muestra asombro, desagrado e incluso beligerancia ante el hecho de que la mujer negra americana adulta desarrolle un temperamento fuerte. Raras veces lo acepta como el resultado inevitable de la batalla ganada por los supervivientes, que merece respeto, si no aceptación entusiasta". (Pág. 329)
En conclusión, "Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado" es la autobiografía de su autora, una mujer negra que sufrió el desarraigo de sus padres, la discriminación por ser negra, los abusos por ser una niña pero también es la historia de un colectivo, el afroamericano, que se sigue levantando a pesar de las caídas y que sigue cantando a pesar de las jaulas. Se trata de un libro conmovedor, de esos que marcan una vida, que reeleré, recomendaré y regalaré con entusiasmo (el mismo con el que me lo recomendaron las libreras de "Librería de Mujeres", en Madrid, gracias a las cuales Maya llegó a mi vida). Uno de esos libros que cuando mi hijo crezca le daré para que comprenda un poco mejor la tremenda deshumanización que supone cualquier tipo de discriminación y la infelicidad que acarrea tanto para el que la sufre como para el que la ejerce (¿acaso no amar a los demás no es una forma de no amarse a sí mismo? Al menos así lo veo yo...). Una joyita de libro.

Una apunte biográfico. Maya Angelou.

Marguerite Annie Johnson, más conocida por Maya (apelativo cariñoso con el que su hermano Bradley comenzó a llamarla desde muy niños y que mantuvo toda su vida) nace en San Luis (Missouri, EEUU) el 4 de abril de 1928. Su infancia transcurre entre Stamps (Arkansas), San Luis y San Francisco, donde se instalaría definitivamente. En 1945 fue madre soltera al dar a luz a Clyde, quien más tarde cambiaría su nombre por Guy Johnson. A raíz del nacimiento de su hijo ejerció todo tipo de trabajos para poder mantenerlo, entre ellos los de prostituta, proxeneta o cantante de club. En 1951 contrae matrimonio con Tosh Angelos, un electricista aspirante a músico griego, cuyo matrimonio no fue bien visto por ser interracial. Comenzó a estudiar baile, desplazándose incluso a Nueva York para tomar clases y tras su divorcio en 1954 comienza a bailar en varios clubs de San Francisco, cambiando su nombre por el de Maya Angelou por ser más distintivo y representativo de su baile del calipso. En 1955 gracias a su popularidad graba su primer disco Miss Calypso.

En 1959, tras la insistencia del novelista John Oliver Killens, se traslada a Nueva York con su hijo para centrarse en su carrera literaria. Allí conoce a grandes escritores afroamericanos como John Henrik Clarke, Rosa Guy, Paule Marshall y Julian Mayfield y al propio Martin Luther King Jr. quien la embarcó en su lucha anti-apartheid.

En 1961 comienza una nueva etapa en su vida. Tras conocer al activista por la paz sudafricano Vusumzi Make, se muda con él y con su hijo a África. El primer destino fue El Cairo. En 1962, finalizada su relación con Make, se dirige a Ghana (donde su hijo sufrió un grave accidente automovilístico del que logró recuperarse) hasta 1965, año en el que regresa a Estados Unidos para ayudar a Malcolm X a fundar la Organización de la Unidad Afroamericana. Sin embargo, Malcolm es asesinado al poco tiempo durante una de las reuniones y Maya, desconsolada, se siente perdida y sin rumbo. Se traslada a Hawai, donde vive su hermano, y después regresa de nuevo a Los Ángeles donde retoma su amistad con James Baldwin, amistad que sería su salvavidas tras el asesinato de Martin Luther King, Jr. Gracias a él en 1968 comienza una serie de documentales sobre el blues y escribe "Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado" que se publica en 1969 con un gran éxito y reconocimiento tanto nacional como internacional.

A partir de ese momento su carrera se dispara. En 1972 se convierte en la primera mujer afroamericana guionista al escribir la película sueca Georgia. Empieza a componer canciones y bandas sonoras, a escribir artículos, obras de teatro, guiones y poesía y a actuar en series de TV. Todo ello alternándolo con clases en diversas Universidades como profesora visitante. En 1973 contrajo matrimonio con Paul du Feu (ex marido de Germaine Greer, activista feminista). En 1979 conoce a Oprah Winfrey y las unirá una gran amistad hasta la muerte de Maya el 28 de mayo de 2014.

Políticamente fue también una mujer muy comprometida con el Partido Demócrata apoyando a Bill Clinton y a Barack Obama. Cuando éste se convirtió en Presidente de los EEUU declaró: "Estamos creciendo más allá de las idioteces del racismo y sexismo."

Comentarios

  1. "...y que sigue cantando a pesar de las jaulas". Me encantan tus reseñas, Raquel. Tengo apuntado este libro para el 2017 y ahora tengo muchas más ganas de leerlo. Gracias a ti y a esas libreras que te lo recomendaron! Saludos,

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    1. ¡Muchísimas gracias, Pilar! Realmente es un libro tan maravilloso que me resultó muy fácil reseñarlo; las palabras salían solas. Espero que disfrutes tanto como yo leyendo este libro y cuéntame tus impresiones cuando lo hagas ;)
      Un abrazo

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  2. Me encanta lo que has contado Raquel, leyéndote veo que es una lectura con la que disfrutaría...una historia dura y realista pero una joyita, como tú dices. Además tengo muchas ganas de leer alguna autora afroamericana.

    Besitos

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    1. Ay Cris, pues si tienes ganas de adentrarte en la literatura afroamericana no se me ocurre mejor libro que éste. En él se encuentran las raíces de autoras como Chimamanda que siguen dando voz a esas personas doblemente discriminadas como mujeres y como afroamericanas. ¡Feliz lectura! Y mil gracias por leerme.
      Un abrazo

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  3. Por fin saco un ratito para leerte y me has dejado cao, menudo libro y menuda reseña, Raquel!
    Me lo apunto, aunque tengo que encontrar el momento adecuado para leerlo, porque el tema de los derechos civiles en particular, y la Historia Negra de EEUU me interesa especialmente... Desde hace mucho tiempo, he leído acerca de Rosa Parks, Martin Luther King, Mandela, grandes mentoras y mentores para mí, y siempre me da la sensación que salvo ellos (más visibles a nivel interancional), no conozco otras autoras/es... de Maya Angelou había oído hablar de pasada, así que creo que leer algo de ella me va a venir genial para saber más.
    Un reseña excelente, Raquel! ^^
    Besotes!!

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    1. ¡Me dejas sin palabras! Si ya has leído sobre esos, tus mentores, te aconsejo encarecidamente que saques un ratito para leer a Maya. Su narración es muy ágil y se lee casi del tirón aunque debajo de ese estilo "sencillo" se esconden auténticas lecciones de vida. Gracias, gracias, gracias. Si has disfrutado con la reseña, ¡imagínate con el libro en tus manos!
      Un abrazo gordo y nos leemos...
      Pd: ¿para cuándo el club de fans de Atwood? ;D <333

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  4. Me encanto eso que es 2020. Considero que esto se debe de leer obligatoriamente en todos esos lugares donde existe el racismo, ya que si nos damos cuenta esto no pasa mas bien sigue creciendo y creo que este libro es el remedio clave para reducir este problema. Muy buena aportación muchas gracias.

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