Lecturas de febrero


1. Perdón. Ida Hegazi Høyer. Una novela que impacta. Su originalidad radica en esa voz narrativa en primera persona (ella) que habla como si le escribiese una carta a otra (él). Las referencias al tú, al otro, que podría ser el lector, aludido por sus vocativos, se envuelven con una prosa fascinante, rica en imágenes, creando esa atmósfera propia de las nórdicas que asfixian y conmueven a partes iguales. El anillo de sedal que tras sangre y lágrimas de dolor se funde en la piel equivale a esta obra que tras ser leída resuena con ecos inolvidables de obsesión, fusión y apropiamiento de la otra persona, todo lo contrario a lo que realmente es el amor pero que parece tan real, tan similar al amor romántico que tradicionalmente nos han vendido que estremece. Una obra para abrir los ojos y reivindicar la identidad propia de cada un@ con una dureza sensible que retuerce.

2. Distancia de rescate. Samanta Schweblin. Más que una novela es un relato largo que leí del tirón. Sin pausa. Como anuncio de una desgracia anunciada, desde la primera línea percibimos algo turbio que nos desconcierta y no acabamos de entender. Son muchísimas más las preguntas que las respuestas y nuestro innato sentido de la curiosidad gana la partida: ya estamos enganchados. La forma en la que Schweblin consigue encadenar en una misma trama las maternidades tóxicas con las maternidades de apego y con la denuncia ecologista es fascinante. El talento narrativo de la autora apela a nuestros instintos más básicos de supervivencia y de destrucción para crear una trama oscura que no decepciona en ningún momento. Terror psicológico del bueno al más puro estilo Joyce Carol Oates que ha convertido esta lectura en una de mis favoritas. #MaternidadesLit

3. Un debut en la vida. Anita Brookner. A ver, ¿quién se resiste a un libro que se presenta con la siguiente frase lapidaria: «A sus cuarenta años, la doctora Weiss comprendió que la literatura le había destrozado la vida»? Yo no pude y, no solo eso, leyendo esta #joyita me encontré con una auténtica heroína que intenta conciliar la ingenuidad de Dickens con la frivolidad de Balzac y libra una batalla en su vida cotidiana por encontrar su propio camino. Ella misma era consciente, relata, de que no estaba preparada para la vida real, sobre todo cuando descubre que ésta poco o nada tiene que ver con lo que se contaba en blanco sobre negro al amparo de su biblioteca o en el comedor de su abuela. Un obra deliciosa, a veces melancólica, a veces alegre, a veces rabiosa, que aborda esa mágica relación que existe entre literatura y vida. Y es que, está claro, leer es maravilloso, pero vivir y convertirse en protagonista de tu propia novela, también lo es. 

4. Entre visillos. Carmen Martín Gaite. Regresemos a los ´50, a una capital de provincia donde la vida transcurre de forma monótona y donde el ambiente puede resultar opresivo para los sueños de los hombres y represivo para los de las mujeres. Una ciudad vista a través de los ojos de un profesor que regresa para cubrir una suplencia y que pasea por las calles de su infancia. La misma ciudad vista por un grupo de mujeres que afrontan esa monotonía de distintas maneras: unas desean rebelarse, huir a la ciudad a estudiar, ser ellas mismas alejadas de las imposiciones de la época; otras, sin embargo, optan por someterse y casarse, aceptando a sus maridos vividores como algo inherente a su naturaleza, la mujer en la casa y el hombre a vivir en libertad, qué se le va a hacer, ellos son así. La genial Carmen Martín Gaite explora en esta novela, ganadora del Nadal, un nuevo lenguaje femenino alejado de los cánones masculinos imperantes hasta ese momento y con el que marca un antes y un después en la literatura española. Es, por tanto, una de esas obras de (re)lectura imprescindible.

5. Mejor la ausencia. Edurne Portela. Cuando imaginamos la vida en un pequeño pueblo bilbaíno en los ´80 es inevitable recordar las impactantes imágenes de la violencia terrorista que impregnaba todo. Sin embargo, Edurne Portela va más allá y con ese telón de fondo nos cuenta una historia en la que la violencia extiende sus tentáculos arrasando también la apacible armonía de una familia. La violencia normalizada y usada como herramienta, ya sea contra los demás o incluso contra uno mismo, es el ancla al que se aferran los miembros de una familia en la que cada uno «sobrevive como puede». Un retrato robot completo y complejo de una generación en la que a ritmo de Extremoduro o Sex Pistols los silencios se esconden y los gritos asoman por cada esquina. Una obra dura, no apta «para pasar el rato» sino para tomar conciencia de muchas de las lacras (machismo, drogas, violaciones) que han arrasado, y siguen haciéndolo, nuestras vidas.  #MaternidadesLit

6. Viento del Este, Viento del Oeste. Pearl S. Buck. Un mes más la iniciativa #WomenPNL de Diana (@todo_mi_ser) nos acercó a las catorce mujeres que han recibido el PN de Literatura. Pearl S. Buck, fue la cuarta, en 1938. Esta escritora estadounidense pasó la mitad de su vida en China y el influjo que esta cultura ejerció en ella se refleja en toda su narrativa. En esta obra se centra en un aspecto concreto: el choque cultural este-oeste, oriente-occidente y en cómo cada persona tiende a considerar que su cultura es el único referente cultural, político y moral válido. Una lectura sencilla y amena que nos invita a abrir nuestra mente y abandonar nuestro antropocentrismo cultural para sumergirnos en otras formas de ver la vida que también pueden enriquecernos. El episodio en el que la protagonista reflexiona sobre la ceremonia ancestral china del vendado de pies es estremecedor. 

7. Instrumental. James Rhodes. Llevaba mucho tiempo posponiendo la lectura de este libro. La lista de Spotify con la que no es aconsejable, sino imprescindible, leerlo ha venido sonando en mi casa desde hace meses sumergiéndome en esas melodías hasta que las he hecho mías. Y el momento de leerlo llegó. Creo que a estas alturas todos sabrán ya que no es un libro fácil aunque el autor lo haga accesible con su estilo chachi-guay de colegueo (me habría encantado que hubiese narrado su historia con el mismo cuidado con el que habla al principio de cada capítulo de la pieza instrumental y su compositor; nota mental a recordar: él es músico y un gran comunicador, pero no es escritor). Pero hay episodios que, aunque no quiera él entrar en detalles, no hace falta, nuestra imaginación ya nos juega la mala pasada de intuir qué sucedió. Un libro imprescindible para concienciar sobre la violación a menores; duro pero necesario.  #escrituraterapéutica

8. El crimen del conde Neville. Amélie Nothomb. Vale que no es una obra maestra, que no es la mejor obra de Nothomb, quizá ni siquiera merezca la pena leerla salvo que se disponga de mucho tiempo o se sea fan incondicional de la autora, pero hay momentos lectores en los que se necesita soltar lastre. Amélie Nothomb es la autora a la que suelo regresar en esas ocasiones porque nunca me defrauda. Me encanta su forma de escribir tan aguda, sarcástica, metiendo el dedo en la llaga cuando es necesario, sin más pretensiones ni artificios que entretener y criticar en determinados momentos (esta novela corta está inspirada en El crimen de Lord Arthur Saville de Oscar Wilde, así que si os interesa ya sabéis por dónde van los tiros). Pero, sobre todo, me encanta Amélie Nothomb porque con ella siempre recuerdo qué importante es reírse de una misma en determinados momentos, y eso bien merece emplear un par de horas en leerla. 

EL POEMARIO DEL MES:


Nieve Antigua. María Sotomayor. En estos días en los que se cubren nuestras calles de nieve, ¿alguna vez se han parado a pensar cómo de antigua puede ser? Este precioso temario ya nos indica desde el título que vamos a sumergirnos en un mundo antiguo pero no por eso conocido, o al menos no siempre rememorado, de sensaciones, nostalgia, melancolía y lucha. Una obra etérea cuyo mayor reclamo para leerlo se encuentra en versos como estos:
 «ALGÚN DÍA las mujeres de la tierra
alzarán sus vestidos blancos para enseñar
el idioma del pecho caído
sus rodillas pequeñas y redondas
sus amables manos de calmar»
Tras leerlo, la forma en la que mirarán las manos de sus madres, su silueta ante el espejo, los copos de nieve o las fotos de un álbum ya no será la misma porque es éste uno de esos libros que marcan un antes y un después. 


LOS ENSAYOS FEMINISTAS DEL MES:


Hambre. Roxane Gay. Este libro no es un ensayo sino que Roxane Gay lo define como, «una autobiografía de mi cuerpo y de mi hambre». Sin embargo, lo coloco en esta categoría porque el estudio que la autora hace de su historia es tan exhaustivo y necesario que me resulta de imprescindible lectura para cualquier persona, especialmente para cualquier mujer, que sienta interés por las voces que han sido silenciadas en el día a día y de las que no se habla ni en la publicidad, ni en el cine, apenas en la literatura y casi nunca en los medios de comunicación. La historia de una mujer que fue una niña feliz pero que, tras su violación con doce años por un chico en el que ella confiaba, decide hacer de su cuerpo una fortaleza. Para ello comienza a comer y a comer y ese ansia por hacerse invisible a través de un cuerpo «rotundo» es sustituido con el tiempo por un ansia por incorporarse a los cánones sociales y entrar en la categoría de «mujer». Porque ella, con su cuerpo redondo, es una mujer, aunque quieran negarle incluso ese reconocimiento. Un testimonio escrito desde las entrañas narrado con una sorprendente honestidad, sin un ápice de autocompasión ni victimismo y cantando al final a la vida, a la familia y a la amistad. #escrituraterapéutica



Teoría King Kong. Virginie Despentes. Que Virginie Despentes es una de las voces más escuchadas actualmente del feminismo, nadie lo duda. Que sus opiniones son controvertidas y que se nutren en gran medida de su propia experiencia es algo a tener muy en cuenta para poder apreciar la valentía que requiere hablar como ella habla de temas que hasta hace poco eran tabú como la pornografía o la prostitución. Los primeros capítulos de este libro, un clásico ya del feminismo, me han resultado muy inspiradores, especialmente esa reivindicación que hace, retomando el discurso de Simone de Beauvoir, más actual que nunca, a favor de romper con una única forma de entender la feminidad. «Escribo desde la fealdad, y para las feas, las viejas, las camioneras, las frígidas, (...) la proletaria de la feminidad (...) más bien King Kong que Kate Moss», declara con lucidez, sororidad y compromiso. Sin embargo, los capítulos en los que se posiciona sobre la pornografía y la prostitución me han parecido cojos. Por ello recomiendo como lectura complementaria Neoliberalismo Sexual: El mito de la libre elección de Ana de Miguel. Y que cada uno y cada una saque sus propias conclusiones. 

UN ENSAYO:


El arte como terapia. Alain de Boston y John Armstrong. Este libro, precioso en su edición y en su contenido, no habría llegado a mis manos si no hubiese sido porque mi hijo, mientras me encontraba yo ante la mesa de novedades de una librería, me lo dio diciéndome que ése lo podía leer conmigo porque tenía muchos «dibujitos». Al hojearlo me encontré con múltiples reproducciones de arte, porque al fin y al cabo es un libro sobre Arte, pero relacionadas con aspectos prácticos de la realidad. Su lectura ha sido una auténtica delicia y me ha servido no sólo para recordar cuánto tiempo hacía que no leía nada relacionado con ese tema sino cuántas interpretaciones se pueden hacer de una obra para adaptarlas a la propia biografía de cada un@. El arte como reivindicación política, como forma de mejorar nuestra calidad de vida aferrándonos a lo esencial, como recordatorio de lo importante que es valorar a las personas que amamos y que nos aman y nos ayudan a crecer (ya sabéis, hay que regar las relaciones como una planta)... Una lectura ligera, que no superficial, que combina belleza con la vida tal cual. 


Comentarios

  1. Madre mía, ¡y me parecía que yo había tenido un buen mes de lecturas! ¡Dejas mi lista de libros terminados a la altura del betún!
    Grandes selecciones. Hace mil años que no leo nada más de Nothomb, los dos últimos que leí no me entusiasmaron. Instrumental me dejó tocada varios días. Y el resto, aunque los conocía, no los he leído. Así que apunto los que más me interesan.
    Gracias por compartir tus lecturas.

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  2. ¡Qué propuestas más interesantes, Raquel! Esta entrada más bien parece una gaceta literaria. ¡Qué completa, qué diversidad! Novelas, ensayos... Y encima cuentas con un colaborador de lujo como tu hijo que te acerca a una lectura bella, rebella.
    He empezado Teoría King Kong y coincido contigo en que la fuerza de Virginie reside en la libertad en la que se expresa sobre temas controvertidos. Me muero por leer a Roxane Gay. Sigo sumando a la lista de pendientes. Un abrazo!

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    1. Un mes variado ideal para salir de mi zona de confort literario ;-) Lo de los colaboradores de excepción improvisados son un añadido genial para incentivar a la lectura, ¡y vaya ojo!
      Un abrazo!

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